Declaración de guerra (2011), de Valérie Donzelli.
Declaración de guerra (2011). La guerre est declarée. Francia. Género: drama. Duración: 100 minutos. Dirección: Valérie Donzelli. Intérpretes: Valérie Donzelli, Jérémie Elkaïm, Brigitte Sy, Michèle Moretti, Elina Löwensohn, Philippe Laudenbach, Bastien Bouillon, Béatrice de Staël, Anne Le Ny, Frédéric Pierrot. Guión: Jérémie Elkaïm, Valérie Donzelli. Música: Pascal Mayer (selección de Vivaldi, electrónica...). Fotografía: Sébastien Buchmann. Montaje: Pauline Gaillard.
Trama.
Una joven pareja se enfrenta a la grave enfermedad de su hijo, un tumor cerebral, con esperanza y dolor, voluntad de lucha y miedo.
Opinión.
El crítico Carlos Loureda la alaba sobremanera en "Fotogramas":
‹‹Hace falta mucho valor para realizar este film y, más talento e inspiración todavía, para obtener una obra tan bien acabada, sin tropezar en el melodrama fácil, extremo o sus infinitos derivados. La película que abría la Semana de la Crítica de Cannes 2011 contiene varios de los elementos que más rápidamente hacen huir al más aguerrido de los espectadores. Film con niño, mal asunto como bien dijo Hitchcock, y por si fuera poco, enfermo de un tumor cerebral, supongo que a estas alturas la mitad de los lectores deciden no seguir leyendo.
Pues bien, este film es uno de los últimos trabajos que más energía positiva, sonrisas, e incluso risas nada contenidas, y el subidón de optimismo más elevado que me ha provocado el cine en mucho tiempo. (…) la directora ha creado una bomba de relojería perfectamente montada.
Un ritmo incesante, un distanciamiento necesario, unos personajes de una fuerza extraordinaria, decorados y personajes reales como el hospital o varios miembros del personal sanitario, y la utilización de una cámara de fotos ligera que rueda en HD (excepto los últimos planos a cámara lenta del final en 35 mm) aportan una frescura inhabitual para un tema tan grave.››
Javier Ocaña, en Una tortura maravillosa, “El País” (10-II-2012), se maravilla y opina de esta película que fue una revelación en el Festival de Cannes:
‹‹Las palabras tumor cerebral y bebé nunca deberían ir unidas en una misma frase. Y, sin embargo, a veces ocurre. En la vida. En el cine. En el cine que es vida. Declaración de guerra, al mismo tiempo insólita, portentosa, compleja, vivaz, dolorosa, refrescante y terrible película de Válerie Donzelli y Jérémie Elkaïm, pareja (¿o ex pareja?) en la vida real, más que una bocanada de aire fresco, es una tormenta de amor y dolor por la vida. Ella firma como directora y coguionista, además de protagonista femenina, él, como coguionista y actor; ambos han conseguido triunfar con una de las apuestas más arriesgadas del cine reciente. Y, además, con estilo.
Declaración de guerra, de corte autobiográfico, es, como su título indica, una película bélica donde el escenario no es sino la existencia. La de una joven pareja que no está preparada para la batalla (¿alguien lo está?) de enfrentarse al cáncer de su hijo. Durante semanas, meses, años. Minuciosa física y mentalmente en la descripción del dolor de padres e hijo, en las conversaciones con los médicos, en las esperas en los hospitales, en el desgarro de la soledad, en la congoja de lo que aún queda por venir, en las dudas sobre la conveniencia de unas u otras acciones, la película no ahorra nada, es la destrucción. Pero, cuidado, también hablamos de una oda a la vida, de una luminosa apuesta por la fuerza de la naturaleza que a veces es el ser humano. Donzelli lo consigue a través de constantes juegos de sonido e imagen, algún homenaje a la Nouvelle Vague (la carrerilla de Jules y Jim, siempre en la memoria), una banda sonora de impacto donde igual cabe la música barroca que la electrónica, y siempre en contraste con la secuencia, enfrentando los tonos en lugar de subrayarlos. Junto a todo ello, un doble narrador omnisciente, algo poco habitual en el cine contemporáneo, que otorga cierta distancia al relato. Aunque lo que quizá pueda concentrar mejor la magia de esta obra de arte es la magia del montaje; la demostración de que un único plano, inserto en una secuencia de horror, puede desbaratar al espectador y conducirlo hacia el camino de la esperanza.
Donzelli, además, tiene la fuerza moral para no contaminar al espectador con el trago que pudiera suponer crear tensión con la curación (o no) del bebé: desde el principio de la película se sabe gran parte del desenlace. Una historia que levanta ampollas, que acongoja y, perdón, ante la que no se puede apartar la vista, repleta de lágrimas. Es una tortura. Es una maravilla. Dos palabras que tampoco salen normalmente en una misma frase. Y, sin embargo, a veces ocurre: Declaración de guerra.››
Fuentes.
[www.filmaffinity.com/es/film112903.html]
AA.VV. Wikipedia.
Loureda, Carlos. [cine-invisible.blogs.fotogramas.es/2011/09/07/declaracion-guerra-la-guerre-est-declaree-francia-2011/]
Ocaña, Javier. Una tortura maravillosa. “El País” (10-II-2012) 42.
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