Silencio en la nieve (2011). España. Género: thriller. Duración: 114 minutos. Dirección: Gerardo Herrero. Intérpretes: Juan Diego Botto, Carmelo Gómez, Andrés Gertrúdix, Víctor Clavijo, Jorge de Juan, Francesc Orellá. Guión: Nicolás Saad, basada en la novela El tiempo de los emperadores, de Ignacio del Valle. Música: Lucio Godoy. Fotografía: Alfredo Mayo. Dirección artística: Eduardo Hidalgo. Montaje: Cristina Pastor.
Trama.
Frente de Rusia, invierno de 1943. Un batallón de la División Azul se topa con unos cadáveres de caballos cuyas cabezas sobresalen de la superficie congelada de un lago, y entre ellos encuentran el cadáver de un oficial español, con un tajo en el cuello y el pecho lacerado a cuchillo con la inscripción “Mira que te mira Dios”. Los mandos encargan la investigación al soldado Arturo Andrade (Juan Diego Botto), exinspector de la policía, que asume la tarea con rigor , ayudado por el sargento Espinosa (Carmelo Gómez).
Ambos pronto descubren que detrás de este asesinato se oculta una venganza de un cruel agravio, y que no parece que se vaya a detener en un único cadáver. Nadie está libre de sospecha ni nadie puede sentirse seguro. Y así, en medio de la cruel contienda, se inicia la caza del asesino.
Opinión.
Jordi Costa, en Misterio en la División Azul, “El País” (20-I-2012), hace una crítica cargada de matices ‹‹Un lago helado del que emergen los cuerpos de un grupo de caballos cuyo movimiento se ha suspendido en el tiempo proporciona la poderosa imagen de partida a Silencio en la nieve, adaptación cinematográfica de la novela El tiempo de los emperadores extraños, de Ignacio del Valle, obra que ya se levantaba sobre una premisa excéntrica, llamativa e inusual: la investigación de unos asesinatos en serie en el seno de la División Azul. Hacía mucho tiempo que Gerardo Herrero no afrontaba un proyecto tan aparatoso, pero el resultado -discutible e imperfecto- es lo más estimulante que ha dado su carrera en muchos años: la película no se mantiene a la altura de la fuerza onírica y enigmática de esa imagen de apertura, pero supone una encomiable aproximación a un territorio inédito en el imaginario del pasado histórico, con el firme propósito de poner en cuarentena inercias de representación y arquetipos gastados por el uso. (…) En otras secuencias de Silencio en la nieve, en las que se habla de la fotografía en relación con cierta conciencia de la posteridad, apunta otra de esas películas posibles que Herrero parece tantear para desestimar al instante. Es una lástima, porque lo mejor de Silencio en la nieve acaba estando en sus márgenes, y sus apuestas por la convencionalidad -la trama romántica, la identificación del verdadero villano- acaban asumiendo la función de disonancias en un proyecto que -ahí está el plano final de Juan Diego Botto para demostrarlo- delata su autoconciencia de poder haber sido más de lo que es.››
Por mi parte, reseño que la película está sumamente descompensada en un par de puntos esenciales: la investigación progresa de manera deslavazada y casi por accidente, y las escenas bélicas son lamentables, en especial las explosiones sin metralla, unos petardos tan aparentes que la tensión desaparece, llegando al culmen el despropósito en la penosa batalla final. Pero hay varios aspectos estimables: unas interpretaciones en general convincentes, una fotografía de un grano y luz excelentes, unos escenarios de campamentos y cuarteles generales muy bien logrados en su sensación de realismo, y sobre todo la atroz escena de los caballos congelados, un hecho real tomado del inicio del libro Kaputt, de Curzio Malaparte.
Por mi parte, reseño que la película está sumamente descompensada en un par de puntos esenciales: la investigación progresa de manera deslavazada y casi por accidente, y las escenas bélicas son lamentables, en especial las explosiones sin metralla, unos petardos tan aparentes que la tensión desaparece, llegando al culmen el despropósito en la penosa batalla final. Pero hay varios aspectos estimables: unas interpretaciones en general convincentes, una fotografía de un grano y luz excelentes, unos escenarios de campamentos y cuarteles generales muy bien logrados en su sensación de realismo, y sobre todo la atroz escena de los caballos congelados, un hecho real tomado del inicio del libro Kaputt, de Curzio Malaparte.
Fuentes.
[www.altafilms.com/site/sinopsis/silencio_en_la_nieve]
Redacción. Entrevista. Gerardo Herrero. 'Descubrir la historia es una parte apasionante de hacer una película'. “La gran ilusión” 169 (I-2012) 2-4.
Costa, Jordi. Misterio en la División Azul. “El País” (20-I-2012) 46.
Costa, Jordi. Misterio en la División Azul. “El País” (20-I-2012) 46.
Estrada, Javier. Entrevista. Gerardo Herrero. ‘El mundo es un lugar para trabajar y encontrar historias que rodar’. “El Mundo” La Luna de Metrópoli nº 403 (20-I-2012) 3.
Sardá, Juan. Indicios en el frente ruso. "El Cultural" (20-I-2012) 47.
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