El prado de Bezin (1935), de Sergei M. Eisenstein.
El prado de Bezin (Bezhin Lud) (1935). Film no terminado. Producción: Mosfilm. Dirección: Sergei M. Eisenstein. Argumento: Alexander Rzechecski, sobre un cuento de Ivan Turguenev y la biografía de Pavel Morosov. Guión: Sergei M. Eisenstein y Isaac Babel. Fotografía: Eduard Tissé.
Reparto: Vitya Kartashov (Stepok), Elena Telesheva (la madre), Boris Zajava (el padre)...
ARGUMENTO:
Es la historia de una modesta familia campesina rusa, que gira alrededor de un padre embrutecido por la miseria y la incultura, sumido en el vicio y en las filas del lumpenproletariado, y que apoya a los ricos campesinos kulaks. La madre y el niño son felices gracias a que se apoyan mutuamente, pero un día el padre mata a golpes a la madre y el niño denuncia el asesinato. El padre se cree en su derecho al usar la violencia en el ámbito familiar así que piensa que su hijo es un traidor que merece la muerte.
El niño se integra dentro del alegre espíritu colectivo de los koljozianos, que están colectivizando el campo y por ello están enfrentados con los kulaks. Algunos de estos incendian un edificio del koljóz y son perseguidos hasta la iglesia y detenidos.
Una noche los kulaks que aún están libres intentan sabotear la maquinaria agrícola y el niño, que montaba guardia, es asesinado por su propio padre. En la noche de luna la agonía del pobre niño es un homenaje a los sacrificios del campesinado soviético y también el anuncio de un nuevo día, un nuevo mundo.
COMENTARIO Y CRÍTICA
El rodaje se inició el 5 de mayo de 1935, y fue interrumpido a la mitad por una enfermedad de Eisenstein. Este paréntesis fue aprovechado por la censura para fustigar la parte realizada. Se le acusó de formalismo y se le denegaron los medios económicos para continuar la filmación.
Eisenstein intentó solucionarlo haciendo cambios en el guión, pero no fueron aceptados. Finalmente, llegó a hacer dos versiones distintas (una con el desmantelamiento de un iglesia, la otra con un incendio de un palomar) pero tampoco pudieron pasar la censura, por lo que debió suspenderse la filmación definitivamente el 17 de marzo de 1937, un ejemplo de los gravísimos problemas que provocaba entonces la censura. Finalmente el material fue archivado sin ser montado.
Durante la II Guerra Mundial la aviación alemana bombardeó los laboratorios donde se guardaba la única copia existente y los negativos filmados: sólo sobrevivieron algunas series de fotos, que fueron usadas para un montaje muy original, con fotos fijas, música y carteles de argumento, que hasta 1967 no pudo exhibirse en Europa una versión.
El film revela un notable lirismo poético: el uso del color blanco para definir a los personajes positivos (el niño y los koljozianos), los claroscuros en el interior de la taberna y en la noche en la que el niño es asesinado, los pictorialistas efectos de plen-air que son un lírico canto a la naturaleza, el ritmo creciente de la persecución de los incendiarios, formalmente muy bien conseguida (como el precioso contrapicado de los perseguidores subiendo por la ladera de la colina en cuya cumbre está la iglesia) y otros mucho logros.
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