Oz, un mundo de fantasía (2013), de Sam Raimi.
Oz, un mundo de fantasía (2013). EE UU. Género: fantasía. Duración: 135 minutos. Dirección: Sam Raimi. Intérpretes: James Franco, Mila Kunis, Rachel Weisz, Michelle Williams. Guión: Mitchell Kapner, David Lindsay-Abaire, sobre la serie de novelas de Lyman Frank Baum. Música: Danny Elfman. Fotografía: Peter Deming. Montaje: Bob Murawski. Diseño: Robert Stromberg.
Las críticas se han dividido respecto a esta nueva versión de las historias del mundo fantástico de Oz. Algunas han llegado a sentenciar un rotundo fracaso, mientras que la mayoría reconocen que el resultado es digno, aceptable, adecuado... Pero nada más. Las interpretaciones convenientes, los medios abrumadores, el diseño visual logradísimo… sí, pero eso ya se sabía que no fallaría.
Lo que falta es la armonización de todas esas potencialidades para llenar de fantasía y llegar a esa cima de poesía que sí logra por ejemplo Los Croods, otro filme de fantasía estrenado estos días.
La fórmula del primer y majestuoso Mago de Oz no fue contar con grandes medios, antes al contrario, eran tan escasos que hoy incluso parecen ridículos, sino que partiendo de una modestia formal elaboraba e inventaba ideas nuevas para llevar a los niños a soñar y sentir.
En esta revisión no soñamos ni sentimos, porque no hay nada que no haya sido mil veces visto. Raimi no ha logrado en su probeta la alquimia necesaria. Salvo en algunos breves momentos en los que la niña de porcelana se apodera de la función con su gracia, el film se desarrolla con una parsimonia carente demasiado a menudo de emoción y el espectador llega a caer en cierto sopor, sin acabar nunca de creerse las aventuras del mago. ¿Un desastre? No. ¿Una decepción? Sí.
Fuentes.
Ayuso, Rocío. Tres brujas y un mago de Hollywood. “El País” Semanal 1.903 (17-III-2013) 18-21.
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