Cielo amarillo (1948), de William A. Wellman.
Cielo amarillo (1948). Yellow Sky. EE UU. Género: western. Duración: 94 minutos. Dirección: William A. Wellman. Intérpretes: Gregory Peck, Anne Baxter, Richard Widmark, Robert Arthur, John Russell, James Barton, Harry Morgan, Charles Kemper. Guión: Lamar Trotti (también productor), sobre una historia de W. R. Burnett. Música: Alfred Newman. Fotografía: Joseph MacDonald. Montaje: Harmon Jones.
Poco después del fin de la Guerra Civil, una banda de veteranos roba un banco y, pronto perseguida, se adentra en el desierto hasta llegar a un poblado minero abandonado, en el que encuentran a un padre y su joven nieta. Enseguida se desatarán las pasiones de la avaricia la lujuria y el amor.
Una explicación de la película por el hijo del director. 5 minutos.
Una de las películas del Oeste más notables de los años de la posguerra, de las que se ven cada cierto tiempo y siempre entusiasman a los amantes del género. Un ritmo pausado pero creciente que nos lleva a un enfrentamiento inevitable, en una secuencia de una calidad excepcional. Sus recursos son excelentes: un director (Wellman) en plena madurez, dos inmensos actores masculinos (Peck y Widmark) que forjan un duelo interpretativo no desprovisto de un aliento de tragedia, una notable actriz (Baxter) que ya había ganado un Oscar, una fotografía y una partitura insuperables...
Pero es además una profunda reflexión sobre las pautas del género: el pueblo fantasma (se rodó en el Valle de la Muerte y en Lone Pines, ambos lugares en California, aunque se pretende que la acción transcurre es Nevada) es un paisaje infinito pero a la vez claustrofóbico, en el que se adensan los sentimientos hasta depurarlos con extrema concisión temporal, y la huida de los forajidos les lleva físicamente por el mismo camino pero a través de dos rutas íntimas muy distintas, para unos la salvación, para los otros la muerte.
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