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¿Qué sucedió entonces? o Quatermass and the Pit (1967). Reino Unido. Género: Ciencia ficción. Duración: 97 minutos. Dirección: Roy Ward Baker. Intérpretes: Andrew Keir, James Donald, Barbara Shelley, Julian Glover, Bryan Marshall. Guión: Nigel Kneale. Música: Tristam Cary. Fotografía: Arthur Grant.
Unas obras en el metro de Londres revelan una nave extraterrestre y sus seres, enterrados durante cinco millones de años. Los científicos descubren que huyeron de un Marte asolado por la sobreexplotación y la guerra, y en la Tierra provocaron la evolución humana. Pero el peligro de su maldad está a punto de surgir…
Una película de medios escasos pero inventiva notable, con ritmo narrativo y excelentes actores, formados en el teatro y la televisión, en esta película, la tercera que derivaba de una famosa serie televisiva de la época sobre el científico espacial Quatermass y sus encuentros con seres de otros mundos.
Dos en la carretera(1967). Two for the Road. EE UU / Reino Unido. Género: comedia. Duración: 111 minutos. Dirección: Stanley Donen. Intérpretes: Albert Finney, Audrey Hepburn, William Daniels, Eleanor Bron, Claude Dauphin, Nadiai Gray, Jacqueline Bisset. Guión: Frederic Raphael. Música: Henry Mancini. Fotografía: Christopher Challis. Montaje: Richard Marden, Madeleine Gug.
Dos jóvenes, el arquitecto Mark Wallace y la estudiante de música Joanna, se enamoran durante un viaje por Francia hacia 1953-1955 y hasta 1966 repiten su viaje, que señala la evolución de su matrimonio, marcado por un amor sincero pero también por la responsabilidad de ser padres, los desencuentros e incluso la infidelidad.
Una comedia agridulce del gran Donen sobre el paso del tiempo en el matrimonio, con un guión excepcional, con continuos e inavisados vaivenes temporales, que influyó de manera decisiva en muchas películas posteriores. Finney y Hepburn deslumbran con su potencia dramática y su personalidad, que sospechamos tan herida como la de sus personajes. A destacar el vestuario y la evolución de los modelos de coches, retratos de una época, y los títulos de crédito de Maurice Binder, que asimilalos vericuetos de las carreteras francesas a los bandazos sentimentales de la pareja.
Wonder Woman (2017). EE UU. Género: superhéroes. Duración: minutos. Dirección: Patty Jenkins. Intérpretes: Gal Gadot, Chris Pine, Connie Nielsen,Robin Wright, Danny Huston, David Thewlis, Elena Anaya, Saïd Taghmaoui, Ewen Bremner, Eugene Brave Rock. Guión: Zack Snyder, Allan Heinberg, Jason Fuchs, sobre el cómic de 1941 creado por William Moulton Marston. Música: Rupert Gregson-Williams. Fotografía: Matthew Jensen. Montaje: Martin Walsh.
La isla de Themyscira, protegida por la magia, acoge a una tribu de amazonas. Diana (Gadot) es una joven guerrera, hija de Zeus y hermana de Ares, criada como princesa guerrera para ser una luchadora invencible. Durante la Gran Guerra el piloto Steve Trevor (Pine) se estrella en la isla y Diana le salva. Poco después ambos parten para enfrentarse a los alemanes y a Ares (aparentemente el promotor del conflicto mundial), corriendo grandes aventuras.
La crítica se ha rendido casi unánimemente a esta película porque la directora Patty Jenkins.reúne los elementos del género y los funde con estilo y diversión. Desde la primera secuencia en Themyscira notamos un film por encima de la media del género, con una cuidadísima recreación del espacio mítico, y un uso del tiempo más sosegado al servicio de una auténtica voluntad narrativa para componer los personajes principales y hacer creíble su evolución psicológica. La elección de Nielsen y Wright como la reina de las amazonas y su hermana resulta genial para dotar de fuerza a la preparación de la princesa Diana, que llega a la juventud con el cuerpo de Gal Gadot, una actriz que es otro éxito de casting, con ductilidad para mostrar el paso de la ingenuidad al impacto de la civilización. Sus contrapuntos masculinos están excelentes: Pine ya ha demostrado que es uno de los actores más notables de su generación, y el resto son avezados secundarios. La música y la fotografía son de calidad, aunque no de antología. Hay algunos peros en el guión, con incongruencias excesivas como la relativa facilidad para entrar en la isla, el imposible viaje en barca desde el Egeo hasta Londres en noviembre de 1918, la reinvención de Ludendorf como asesino de masas, la ingenuidad sobre el culpable del carácter violento de la Humanidad, la introducción de Bruce Wayne-Batman por correo, la exagerada batalla final entre el bien y el mal... No obstante, el conjunto mantiene una nota muy alta y el público se lo pasa de maravilla.
El otro lado de la esperanza (2017), de Aki Kaurismaki.
Tráiler en inglés, subtitulado en español. Dos minutos.
El otro lado de la esperanza (2017). Toivon tuolla puolen. Finlandia. Género: drama. Duración: 98 minutos. Dirección: Aki Kaurismaki. Intérpretes: Sherwan Haji, Sakari Kuosmanen, Likka Koivula. Guión: Aki Kaurismaki. Música: Tuomari Nurmio. Fotografía: Timo Salminen.
La capital finlandesa sufre la crisis económica y el maduro Wikhström decide cambiar su vida y abrir un restaurante en Helsinki. Por el contrario, Khaled es un joven refugiado sirio que llega a la ciudad buscando a su hermana y cuando su solicitud de asilo es rechazada decide quedarse desafiando las normas. Una tarde ambos se encuentran y Wikhström decide ayudarle.
Un film arriesgado y comprometido sobre el drama de los refugiados, con diálogos escuetos, interpretaciones estólidas pero adecuadas y una cámara que pinta Helsinki de fantasmagoría.
La momia (2017). The Mummy. EE UU. Género: fantasía y terror. Duración: 120 minutos. Dirección: Alex Kurtzman. Intérpretes: Tom Cruise, Sofia Boutella, Annabelle Wallis, Russell Crowe, Jake Johnson, Courtney B. Vance. Guión: David Koepp, Christopher McQuarrie, Dylan Kussman, sobre una historia de Jon Spaihts, Alex Kurtzman yJenny Lumet. Música: Brian Tyler. Fotografía: Ben Seresin. Montaje: Paul Hirsch.
Dos buscadores de tesoros, Nick Morton (Cruise) y Vail (Johnson) encuentran en el desierto la tumba de la malvada princesa-maga egipcia Ahmanet (Boutella), vuelve a la vida con la intención de apoderse del mundo. Pero Morton se interpone…
Una película de horror que es un desastre para la mayoría de la crítica y una gozada para una minoría. Desequilibrada e irregular, sí. Abrumadora en sus efectos especiales, sí. Con algunas interpretaciones desafortunadas (no la de Cruise, que no acostumbra fallar), sí. Un homenaje a los clásicos, sí. Un guión que se mueve a saltos entre el estrépito y lo cansino, sí. Un entretenimiento pasable del verano, sí. No pasará a la historia del cine pero recuperará de sobra la inversión y una gran parte del público se lo pasará muy bien. Pero a los cinéfilos clásicos les quedará un regusto amargo de lo que pudo ser y no fue.
¿Conoces a Joe Black? (1998). Meet Joe Black? EE UU. Género: fantasía. Duración: 138 minutos. Dirección: Martin Brest. Intérpretes: Anthony Hopkins, Brad Pitt, Claire Forlaine, Marcia Gay Harden, Jack Weber, Jeffrey Tambor. Guión: Bob Goldman, Jeff Reno, Kevin Wade, sobre una obra teatral del italiano Alberto Casella, La morte en vacanze (1924). Música: Thomas Newman. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: Michael Tronick y Joe Hutshing.
Un magnate de los medios de comunicación, William Parrish (Hopkins), al fnal de sus días recibe la visita de la Muerte, que desea experimentar qué es la vida y se reencarna en un joven (Pitt), que toma el nombre de Joe Black. Pronto se enamora de Susan, la hija menor de Parrish, al mismo tiempo que se desarrolla una conspiración para apoderarse de la empresa.
Esta versión de La muerte de vacaciones (1934), uno de los films más recordados de Fredric March, consigue entretener porque la historia tiene cierta fuerza filosófica y contiene algunos momentos convenientemente lacrimógenos, apoyándose en el trío de actores principales (Hopkins, Pitt y Forlaine), y en un elenco de secundarios en el que destaca el siempre excelente Tambor en el papel del yerno poco inspirado del empresario.
A mencionar que Pitt y Forlaine fueron pareja un tiempo en la vida real al acabar la película y se nota la química entre ambos, y también que fueron injustas las críticas de entonces a Pitt (en lo mejor de su juventud, cuando era idolatrado por el público femenino) por su estolidez, porque su papel requería cierto distanciamiento y lo cumplió.
La fotografía y la música son de indiscutible calidad. Pero el conjunto adolece de falta de ritmo y exceso de melodrama, y desaprovecha sus cuantiosos recursos en planos carentes de rigor conceptual (apenas hay simbolismos en las tomas) y diálogos a menudo insulsos que desentonan en la progresión del drama. El mejor momento del director es un fuera de campo casi al final, tras una subida por unas escaleras, pero se desvanece acto seguido en una escena banal de enamorados sin auténtica tensión emocional. En resumen, apenas un aprobado largo para lo que debía ser una de las mejores películas del año.
Fragmento de la partitura de Newman. Seis minutos.
Me casé con una bruja (1942). I Married a Witch. EE UU. Género: comedia de fantasía. Duración: 78 minutos. Dirección: René Clair. Intérpretes: Fredric March, Veronica Lake, Robert Benchley, Susan Hayward, Cecil Kellaway, Elizabeth Patterson, Robert Warwick. Guión: Robert Pirosh, Marc Connelly y René Clair, sobre novela de Thorne Smith y Norman Matson. Música: Roy Webb. Fotografía: Ted Tetzlaff.
En la Nueva Inglaterra del siglo XVII dos brujos, padre e hija, son quemados por los puritanos y lanzan una maldición sobre su acusador. 270 años después un rayo libera sus almas y la hija se encarna para poder dañar al descendiente de su perseguidor, el político Wallace Wooley, en plena campaña electoral y a punto de casarse. Pero la magia va por recovecos insospechados…
Una deliciosa comedia en blanco y negro del gran René Clair. Fue un gran éxito en su época y siempre ha gustado en sus reposiciones en televisión. March era un actor inconmensurable que dotaba de credibilidad a todo lo que hacía. Lake estaba en el mejor momento de su breve carrera, convertida en un ‘sex symbol’ de los soldados norteamericanos. Los secundarios, con un historial magnifico, están acertados, y destaca por su fama posterior una casi debutante Susan Hayward.
Tráiler musical. 3 minutos. Intérpretes: Ainhoa Arteta y Carmen Rey.
De profundis (2007, realizado en 2006). España. Género: animación. Duración: 80 minutos. Dirección: Miguelanxo Prado. Música: Nani García.
Trama.
Una mujer espera a su amor, un marinero que sueña con viajar por los mares y conocer lo oculto y lo misterioso.
Opinión.
El debut como director del dibujante Miguelanxo Prado fue impactante. Basado en un texto de Oscar Wilde y un relato del gran escritor portugués José Cardoso Pires, compuso unas 20.000 imágenes creadas a mano, con variadas técnicas, y las engarzó en una historia poética de insólita belleza, ambientada en un mar que es fuente de vida más allá de lo inevitable de la muerte, entre el sueño y la pesadilla. Nunca sabemos si hay un atisbo de realidad en este fantasmagórico viaje sentimental, pero sus imágenes están llenas de verdad.
María Antonieta (2006). Dirección: Sofia Coppola. Intérprete: Kirsten Dunst. Guion: Sofia Coppola. Fotografía: Lance Acord. Montaje: Sarah Flack. Vestuario: Milena Canonero.
Tráiler, subtitulado en portugués. 2 minutos.
La trágica historia de la princesa austriaca, después reina polémica, en la lujosa corte francesa de Versalles en los años previos a la Revolución sirve a la directora para fantasear sobre la necesidad de amar, el gusto cortesano (el vestuario es de una calidad excepcional y está espléndidamente fotografiado), la ambición y vanidad de los nobles..., y la soledad en la cumbre.
Sofia Coppola logra una notable creación estética, pero obvia la lectura histórica y cae en una frialdad en la narrativa, tal vez intencionada, pero que no casa con la aventura de un personaje que se prestaba a una apasionada lectura romántica. El melodrama, ese parece el destino al que se aboca este personaje tan contradictorio y fascinante. Fragmento de la banda musical. 3 minutos.
Otro punto flaco del film es la confluencia de música barroca y punk, como si se pretendiera enlazar artificiosamente los sentimientos de una mujer del siglo XVIII con los de la mujer posmoderna. No era necesario ese juego pues el amor y el miedo son intemporales.
No obstante, Kirsten Dunst, magnífica en su progresión hacia la madurez interpretativa, borda su personaje de mujer al filo de la navaja y salva la función.
Cielo amarillo (1948). Yellow Sky. EE UU. Género: western. Duración: 94 minutos. Dirección: William A. Wellman. Intérpretes: Gregory Peck, Anne Baxter, Richard Widmark, Robert Arthur, John Russell, James Barton, Harry Morgan, Charles Kemper. Guión: Lamar Trotti (también productor), sobre una historia de W. R. Burnett. Música: Alfred Newman. Fotografía: Joseph MacDonald. Montaje: Harmon Jones.
Poco después del fin de la Guerra Civil, una banda de veteranos roba un banco y, pronto perseguida, se adentra en el desierto hasta llegar a un poblado minero abandonado, en el que encuentran a un padre y su joven nieta. Enseguida se desatarán las pasiones de la avaricia la lujuria y el amor.
Una explicación de la película por el hijo del director. 5 minutos.
Una de las películas del Oeste más notables de los años de la posguerra, de las que se ven cada cierto tiempo y siempre entusiasman a los amantes del género. Un ritmo pausado pero creciente que nos lleva a un enfrentamiento inevitable, en una secuencia de una calidad excepcional. Sus recursos son excelentes: un director (Wellman) en plena madurez, dos inmensos actores masculinos (Peck y Widmark) que forjan un duelo interpretativo no desprovisto de un aliento de tragedia, una notable actriz (Baxter) que ya había ganado un Oscar, una fotografía y una partitura insuperables...
Pero es además una profunda reflexión sobre las pautas del género: el pueblo fantasma (se rodó en el Valle de la Muerte y en Lone Pines, ambos lugares en California, aunque se pretende que la acción transcurre es Nevada)es un paisaje infinito pero a la vez claustrofóbico, en el que se adensan los sentimientos hasta depurarlos con extrema concisión temporal, y la huida de los forajidos les lleva físicamente por el mismo camino pero a través de dos rutas íntimas muy distintas, para unos la salvación, para los otros la muerte.
¡Esto es la Marina! (1951). You are in the Navy now!EE UU. Género: comedia bélica. Duración: 89 minutos. Dirección: Henry Hathaway. Intérpretes: Gary Cooper, Jane Greer, Millard Mitchell, Eddie Albert, John McIntire, Jack Webb, Ed Begley, Charles Bronson, Lee Marvin, Jack Warden. Guión: Richard Murphy, sobre un artículo de John W. Hazard. Música: Cyril Mockridge. Fotografía: Joseph MacDonald.
El teniente (Gary Cooper), nuevo capitán del barco.
En 1942 la Armada estadounidense prueba un nuevo motor de vapor en una patrullera pero alista una tripulación inexperta, al mando del teniente John Harkness (Cooper), un ingeniero sin experiencia naval. Los desastres se suceden, pero irán aprendiendo hasta ¿triunfar? en el experimento.
El contramaestre (Millard Mitchell) dirigiéndose a uno de sus marineros.
Una regular pero agradable comedia de propaganda en plena guerra de Corea que, basada en hechos reales un decenio antes, intenta convencer al público de que los civiles inexpertos pueden convertirse en guerreros eficaces. Un director extraordinario como Hathaway consigue imponer un ritmo sin grandes desfallecimientos en esta obra menor, ayudado por las buenas interpretaciones de un elenco con algunos actores de renombre, encabezados por un Cooper pocos meses antes de su cumbre de Solo ante el peligro, y un relleno impresionante de figuras en ciernes que pronto serían estrellas (Bronson, Marvin, Warden…) aunque aquí solo aparecen unos minutos.
Cuestión de honor (2008). Pride and Glory. EE UU. Género: drama policiaco. Duración: 130 minutos. Dirección: Gavin O’Connor. Intérpretes: Edward Norton, Colin Farrell, Noah Emmerich, John Voigt, Jennifer Ehle. Guión: Gavin O’Connor y Joe Carnahan. Música: Mark Isham. Fotografía: Declan Quinn. Montaje: Lisa Zeno Churgin y John Gilroy.
Trama.
Cuatro policías de la comisaria 31 de Nueva York son asesinados durante una detención. Una familia de policías, muy respetada en el cuerpo, ha de descubrir la verdad. Frank Jr. Tierney, el hijo mayor (Emmerich), cuya esposa (Ehle) padece un cáncer terminal, es el jefe de la comisaria, y su cuñado Jimmy es compañero de los fallecidos. El padre, Frank Tierney (Voigt), es el jefe de detectives, y le pide a su otro hijo, Ray (Norton), en trance de divorcio, que participe en la investigación. Pronto Ray sospechará que su familia está demasiado involucrada, y en el curso de sus pesquisas retornarán las miserias del pasado y asomarán nuevas traiciones.
Opinión.
Una película sobria y desasosegante, con un potente ritmo visual y una fotografía plena de matices psicológicos. La crítica la ha emparentado con las obras de los maestros Scorsese, Lumet y Penn, a lo que no es ajeno que a cargo del montaje esté el gran John Gilroy, el mismo montador de la reciente El legado de Bourne, pero el director, O’Connor, ya había demostrado en sus obras anteriores el mismo gusto por el mejor cine policiaco y consigue en esta un complejo equilibrio, un convincente clasicismo, apoyado en actores excelentes y un guión basado en una magistral novela negra de George V. Higgins (Massachussetts, 1939-1999).
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